Gonzalo Cortés Villalgordo de Castellón, Castellón, ES en Houzz

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PASEOS DE PIEDRA DE ESTILO JAPONÉS (NOBEDAN)

CÓMO CONSTRUIRLOS Y LO QUE TENEMOS QUE TENER EN CUENTA

 

INTRODUCCIÓN

En este post vamos a ver como realizar un camino de piedra de estilo japonés o nobedan siguiendo paso a paso su construcción. Esperamos que os sirva de ayuda.

Antes de empezar obra alguna en el jardín debemos comprobar el nivel del suelo, tanto de la casa como del terreno, si éste se inclina hacia la casa, tendremos un problema debido a la escorrentía que se generará al llover.

En esta primera ilustración vemos lo que acabamos de comentar, el terreno se inclina hacia la casa y deberemos tomar las medidas oportunas para canalizar el agua hacia otro lugar. Para ésto, pueden utilizarse  al fondo y a los lados de las cuestas, acequias de drenaje de hormigón, tuberías perforadas de PVC o simples acequias de drenaje de grava. Además, el terreno que rodea la casa debe inclinarse suavemente hacia el jardín con un declive del 1 al 2%. 

 

CONSTRUCCIÓN

A continuación os vamos a exponer los pasos a seguir para hacer correctamente un camino de este tipo:

1.- Al hacer un paseo de este tipo, la primera consideración es si el terreno se congela en invierno. Si es así, debemos seguir estos pasos antes de colocar la losa:

  • Cavamos la tierra de 20 a 30 cm. de profundidad y extraemos la tierra y la reservamos para otras zonas del jardín.

  • Se coloca una capa de piedra redonda o aplastada como base para el hormigón.

  • Se hace un entramado con barra de entre 12 y 15 mm. de diámetro a un nivel de entre 10 y 15 cm. aproximadamente. Atamos las barras con alambre para hacer el entramado y se apoya justo encima de la base de piedra.

  • Se vierte  el hormigón para cubrir las barras y se alisa dejando espacio suficiente para colocar las piedras encima y tener la superficie final entre 2 y 3 cm. sobre el nivel del terreno cuando esté acabado.

 

2.- Continuamos con la selección de piedras para nuestro paseo. Es interesante jugar con los colores y los tamaños. Todas las piedras deben ser relativamente planas  por alguno de sus lados y la formas no debe ser ni demasiado extravagante ni demasiado geométrica. El lado plano lo utilizaremos como superficie para el camino. Debemos lavar cada piedra para eliminar la suciedad dificulta la adherencia al mortero necesario para fijarla.

3.- Prepararemos un mortero con entre tres y cinco partes de arena fina y una de cemento, añadimos agua y mezclamos bien hasta que el material quede lo bastante húmedo para manipularlo, pero no tanto como para que las piedras se hundan en él. La consistencia debe ser tal, que al estrujar un puñado no salga agua.

4.- Al colocar las piedras debemos pensar en términos de tres, es decir, el patrón global debe tener juntas en forma de "Y" y de "T" pero no juntas en forma de "+", cuando cuatro piedras se unen para formar una cruz. También debemos evitar largas extensiones de juntas rectas, como un río; una junta debe terminar en la cara o la esquina de otra piedra. Para obtener una perspectiva global del diseño, podemos colocar una parte en una superficie de arena seca para practicar y poder hacer fotografías del diseño. Antes de empezar la tarea real, se clavan unas estacas a ambos lados del camino y se coloca una guía para fijar la altura que alcanzará éste una vez terminado.

 

5.- Se pone un poco de mortero y damos unos golpes a las piedras con el extremos del mango de un mazo pequeño, dejando que el mortero rellene las juntas entre las piedras hasta una profundidad de unos 2 o 3 cm. respecto a la superficie, así queda espacio para realizar un acabado final en la junta. Para verificar que todas las piedras se encuentran más o menos a la misma altura, emplearemos un trozo de madera recto. Por lo general, las juntas deben medir 2 o 3 cm. de ancho, si son demasiado estrechas, el mortero se agrietará.

6.- Se trabaja desde el fondo de la pendiente hasta la parte superior y desde el centro del camino hacia afuera. El camino debe curvarse un poco a lo ancho, más alto en el centro, inclinándose hacia los bordes, así garantizamos un buen drenaje.

Este último paso, en función del tipo de camino que estemos haciendo lo podemos aplicar o no. En el caso siguiente no se está aplicando.

 

7.- Por último, dejaremos secar unos días. Después de este periodo, si queremos, podemos rellenar las juntas con alguna mezcla de tierra y sembrar para que crezca césped o el tipo de planta que queramos.

Hemos pensado que sería interesante enseñaros un par de casos diferentes, así que el siguiente se hace combinando piedras rectangulares con redondeadas como las del caso anterior. Vamos a ver un camino en "L".

 

CONSTRUCCIÓN

1.- Con  el terreno se procede de la misma forma que en el caso anterior, se excava y se crea una losa de hormigón con las medidas correspondientes. Después de ésto, veremos qué piedras usar como piedras angulares y las colocaremos en el mortero. Si queremos un mejor acabado, es recomendable usar granito tallado de forma rectangular solo para uno o dos de los ángulos. Las piedras angulares deben ser lo bastante grandes para entrar profundamente en el mortero, ya que es probable que estas piedras se suelten si no se fijan como es debido.

 

2.- Al escoger las piedras angulares, es buena idea decidir la ubicación de todas las grandes piedras rectangulares al mismo tiempo. Al principio resultará difícil dominar el equilibrio y para no cometer errores, una buena forma de  determinar la ubicación, es hacer siluetas de cartón del tamaño y forma exactos de cada piedra rectangular que pretendamos usar. Una vez las tengamos, las colocaremos dentro de las líneas delimitadas por las cuerdas y estacas hasta que obtengamos una composición satisfactoria. A continuación colocaremos las piedras reales en el mismo lugar. Es buena idea colocar en el mortero la mayor parte de estas piedras ya que su nivel puede utilizarse para medir el de las piedras redondas y, el borde exterior protege la forma en caso de que se suelte las cuerda que define los bordes de nuestro camino.

 

3.- A continuación, colocaremos las piedras ásperas y redondeadas. Se necesitarán más o menos el doble de piedras de las que requiere el camino final, a fin de seleccionar sólo aquellas adecuadas para encajar en este rompecabezas. Como ya hemos comentado, debemos lavar las piedras para eliminar la suciedad y asegurar la adherencia al mortero; luego las apilamos junto al camino para tenerlas a mano a medida que vamos trabajando. Las piedras recién lavadas las colocaremos encima de un cartón o plástico para evitar que se vuelvan a ensuciar. Sólo debemos usar estas piedras cuando estén secas.

4.- Cuando decidamos acabar la jornada de trabajo, debemos eliminar el mortero sobrante que se acumula entorno a las piedras externas para poder volver al día siguiente y colocar piedras nuevas tan cerca como sea necesario. Si dejamos el mortero hasta que se endurezca, resultará difícil de eliminar. Por la misma razón debemos asegurarnos de eliminar el mortero de la superficie superior de las piedras que pueda quedar.

 

5.- Para los bordes externos de nuestro paseo se escogen piedras con esquinas naturales. Se trata de una operación lenta y difícil, y por eso es necesario contar con piedras de más. Dado que 3 o 4 cm. del borde externo quedarán expuestos por encima del nivel final del suelo, el mortero deberá eliminarse de las juntas externas y de las partes visibles de la piedra. Para ir comprobando la rectitud de los lados y el nivel de las piedras del camino, utilizaremos un trozo recto de madera. La disposición de las piedras entre sí, sigue las mismas reglas nombradas en el caso anterior.

 

Acabado nuestro paseo, debemos acordarnos de eliminar el mortero sobrante de encima de las piedras antes de que se seque, hacer drenajes para que la escorrentía no suponga un problema y si queremos, rellenar las juntas con mezcla de tierra y sembrar.

Esperamos que este post os sea de ayuda, la información y algunas de las imágenes, las hemos sacado del libro "El jardín japonés" de Motomi Oguchi y Joseph Cali.

¡¡¡SALUDOS!!!